No les ha pasado que, llegado un momento, ¿ya no les gusta como antes el acomodado de los muebles, colores de tapizados, el decorado que hace la parte estética de tu hogar?
A mi si, por lo general me pasa 2 veces al año; pero si hablamos de mudanza, ¿nos referimos exactamente a un traslado o mudanza total de lugar físico de la casa actual en la que vivimos a otra?, pues no, mudarse de lo viejo a lo nuevo me refiero, y con nuevo, no me refiero a comprar cosas nuevas, sino a dar un aspecto nuevo a nuestro hogar, recargar de nuevas energías con un acomodado diferente.
Cuantas veces, se nos da por acumular cosas que ni siquiera utilizamos, más aún que ocupan espacio innecesario o simplemente están llenas de polvo.
Es recomendable, echar un vistazo a aquellas cosas que están demás o sin uso en casa, ya sea para desecharlas a la basura, reciclarlas en otras cosas que sí podrían ser útiles, venderlas o simplemente obsequiarlas a alguien que pueda darles uso.
Juega con tu imaginación y reacomoda tus muebles y haz que cada espacio sea especial y único en tu familia, espacios que inspiren, por ejemplo, cambiar el color de tus paredes, cambiar tus cortinas, la posición de los muebles, el tapizado del sofá, cuadros motivadores, que incluso podrías hacerlo tú misma en tiempos libre con la ayuda de tus hijos si los tienes, entre otras tantas cosas que se pueden hacer para mudarse de lo antiguo a lo nuevo.
Te bastará un par de fin de semanas, para terminar tu mudanza, depende a qué ritmo lo hagas; recuerda que esto también ayuda a sentirse con nuevas energías, ya que el nuevo aspecto de tu hogar lo harás con ánimos de respirar un nuevo ambiente.
Éxito en tu mudanza.