Hace un mes que había decidido mudarme, entonces a la semana de tomar dicha decisión, comencé a empacar mis cosas, como es de esperarse, encontré montón de cosas que yo las daba por perdidas y otras que, simplemente me trajeron recuerdos. Tal es el caso de mi caja llena de posters de mis jugadores de fútbol favoritos, álbumes completos de algunos de los mundiales, anécdotas de mi padre, esa caja me hizo volver y retroceder muchos años cuando mi padre y yo no dejábamos de hablar de fútbol y como nos gustaba mucho realizar nuestras predicciones de fútbol, teníamos un cuaderno con muchos análisis deportivos, el cual también fue nuestra base de datos y nuestra herramienta principal para ganar las apuestas de nuestros partidos con mis tíos y primos, fue una época muy linda que siempre la llevo en el corazón, más porque esos momentos son los que he pasado más tiempo con mi padre, hace 3 años exactamente él murió de un paro cardiaco, yo me encontraba al otro lado del él, me había ido a hacer una especialidad, fue un golpe muy duro el no poder estar a su lado cuando el partió, no pude despedirme de él, esta caja me ha traído muchos recuerdos, al ver tantas cosas que me recordaban a mi padre, volví a verlo, en mi mente, yo tenía 10 años y mi padre me contaba las historias más interesantes del mundo del fútbol, yo sentado en sus piernas con ojos de borrego ilusionado, con hambre de seguir escuchándolo, prediciendo con él los partidos futuros, cantando nuestras victorias con nuestros himnos, en fin, había llegado la hora de volver a guardar todo en esa caja, derramé unas cuantas lágrimas y me puse a cantar esa himno que tanto nos gustaba a los dos.
